Creamos varios equipos. Nos encanta cuando los equipos corresponden con dinastías, es decir, familias reales y les retamos en diversas pruebas.
En algunas pruebas el líder debe representar al equipo y, en la mayoría, es necesaria la aportación de todos para alcanzar el triunfo final.
Nos gusta cuidar los detalles porque creemos que son los que marcan la diferencia. Parte del equipo aprovechamos para vestirnos con ropajes del medievo.
Y, por supuesto, cuidamos crear un trono a la altura de un Rey, eso sí, visitando un complejo turístico. Lo creamos con churros de espuma de natación. Creemos que el colorido sillón es digno de la mejor de las Cortes.
La corona tiene los colores de todas las dinastías que se desafían. Durante el juego de animación, los participantes deben portar diademas con el color de su estirpe. Por eso, al ganador, y conquistador del ansiado trono, se le coloca una tiara que incluye todos los colores de las distintas familias que han luchado.